A. Estime la probabilidad e impacto.

¿Cuál es la probabilidad de que se produzca un riesgo y, si ocurriera, cuál sería su impacto?
Un Mapa de calor permite medir sus riesgos en esta etapa. En este mapa visual se muestran los riesgos frecuentes y los graves (que usualmente requerirán más recursos). Esto le ayudará a distinguir los improbables de bajo impacto, de los probables de impacto significativo.

Conocer la probabilidad e impacto de esos riesgos le mostrará dónde invertir su tiempo y dinero, de modo de priorizar sus recursos.

B. Examine las soluciones alternativas.

¿Cuáles son las posibles formas de tratar el riesgo y, entre ellas, cuál es la que logra el mejor equilibrio entre ser asequible y eficaz?

Su organización siempre tendrá las opciones de aceptar, evitar, mitigar o transferir el riesgo.
Aceptar el riesgo significa decidir que algunos riesgos son inherentes a la actividad empresarial y que los beneficios de la actividad superan los riesgos potenciales.
Un riesgo se evita, simplemente, no participando en esa actividad.
Se consigue mitigar un riesgo al reducir la probabilidad de que ocurra o el impacto que tendrá si se materializa.
La transferencia del riesgo implica ceder la responsabilidad de cualquier resultado negativo a un tercero, como ocurre cuando contrata un seguro.